Cultivo del arandano



CULTIVO ARANDANOS



La implantación del arándano es un procedimiento que si bien es simple, requiere la intervención de un técnico con el conocimiento y experiencia suficientes en una serie de prácticas que determinarán el buen desarrollo de la planta, y consecuentemente una buena producción futura.

También es necesaria la aplicación de una cobertura (mulch) de corteza de pino sobre los camellones para mantener la humedad del suelo, estimular el crecimiento radicular y disminuir la posibilidad de aparición de maleza. En nuestro país se ha optado por una cobertura plástica de color negro para los primeros años de desarrollo con buenos resultados.

Este cultivo requiere de riego artificial por goteo que debe aplicarse en forma inmediata a la implantación.

Es beneficiosa la siembra de pasto entre hileras para evitar que se adhiera polvo a la fruta. Para mejorar la polinización será eficaz la implantación intercalada de las variedades elegidas e incorporar colmenas de abejas en el predio implantado.

Las raíces de los arándanos tienen un aspecto fibroso y se distribuyen superficialmente, lo que las vuelve dependientes de una provisión constante de humedad. En condiciones naturales las raíces están asociadas con hongos micorrizas específicos, con los cuales mantienen una relación de mutuo beneficio (simbiótica).

Entre las raíces y la parte aérea se encuentra la corona, que tiene la capacidad de emitir brotes.

La altura del arándano bajo no supera los 50 cm. En cambio, el arándano alto en condiciones de cultivo puede alcanzar alturas de hasta 2,5 metros. Las yemas vegetativas, de las cuales se originan las hojas, y las yemas fructíferas, que producen las flores, se distribuyen en forma separada a lo largo de las ramas, a diferencia de otros frutales.

Las hojas son simples, de forma ovada a lanceolada, y caducas, es decir, las hojas se pierden durante el receso invernal, adquiriendo una tonalidad rojiza en el otoño.

Las flores poseen corola blanca o rosada, reuniéndose en racimos.

El fruto es una baya casi esférica, que dependiendo de la especie a cultivar, puede variar en tamaño de 0,7 a 1,5 cm. de diámetro, y en color desde azul claro hasta negro. La epidermis del fruto está cubierta por secreciones cerosas.

Si bien los arándanos son auto fértiles, la polinización cruzada incrementa la producción en muchos cultivares, resultando además en una maduración más temprana y frutos de mayor tamaño. Por lo tanto se debe considerar la plantación de variedades polinizadoras.

Es aconsejable que la preparación del suelo comience en la temporada anterior. Resulta conveniente realizar una labor profunda. Una pasada de arado cincel o subsolador a una profundidad de 40 cm. en el sentido de la pendiente, para remover una posible compactación del suelo y favorecer el escurrimiento sub. superficial.

Estas plantas requieren una preparación del suelo especial, que asegure una alta porosidad, a fin de permitir un alto contenido de oxígeno y facilitar el desarrollo de su sistema radical. En tal sentido suele resultar beneficiosa la incorporación de enmiendas.

Por la alta exigencia de oxígeno de las raíces, es aconsejable elevar el sitio de plantación, por ejemplo a través de la formación de un camellón de 20 cm. de altura por 1,20 m de ancho. Este movimiento de tierra facilita el drenaje, evitando una posible sobresaturación con agua, que conduciría a la asfixia radicular.

El hoyo de plantación debe ser de un tamaño tal que permita a la planta desarrollar su sistema radical cómodamente durante los primeros anos. Las raíces de los arándanos son muy finas y cuando se exponen al aire se secan rápidamente. Es necesario durante la plantación tener la precaución de mantenerlas cubiertas y húmedas.

El manejo de las propiedades del suelo es uno de los aspectos más importantes del cultivo ya que de ellas depende el desarrollo y el rendimiento del cultivo, y por ende la rentabilidad de la inversión. El arándano es adaptable a distintas condiciones climáticas, pero tiene sus demandas particulares de suelos.

Esta especie es muy estricta y se deben reproducir sus condiciones de suelo particulares. Si bien tiene sus requerimientos de fertilización, no son exigentes en nutrientes (incluso son sensibles a los excesos). Las mayores exigencias están en el pH y la fertilidad física. El rango de pH más adecuado es entre 4.5 y 5.2 y los suelos tienen que ser sueltos y de buena porosidad. Los requerimientos de acidez se relacionan directamente con la nutrición mineral de la planta. En tanto, las características físicas, los suelos sueltos son fundamentales para ofrecerle al sistema radicular, superficial y débil, el ambiente adecuado que necesita para poder tener buena capacidad exploratoria. Desde el punto de vista hídrico el arándano es sensible tanto al déficit como el exceso de agua, otra razón importante que explican los requerimientos edáficos mencionados.

- Manejo de suelos: Aquellos lugares que no sean naturalmente aptos desde el punto de vista de los suelos para el cultivo de estos berries (suelos sueltos bien drenados de pH ácido y alto contenido de materia orgánica), deberán adecuarse a tal fin, de ser posible. De lo contrario no es recomendable realizar la inversión en ese sitio. Las medidas que normalmente se recomiendan con respecto a la preparación del suelo apuntan a:

- Corregir el pH (con turba, azufre, por ejemplo),

- Modificar los niveles de materia orgánica (subirlos, de ser bajos, con el agregado de materia orgánica preferentemente de reacción ácida, como lo es la turba)

- Hacer todo lo necesario para impedir que el sistema radicular pueda, en algún momento encontrarse en una situación de anegamiento (plantar en camellones, cambiar la textura de los camellones con el agregado de turba, corteza subsolar el horizonte "B textural" muy arcilloso y compacto para evitar la formación de pseudonapas, etc.).

Los fertilizantes deberían aplicarse debajo de la línea de riego y en lo amplio de la banda. El transporte natural del agua y de los nutrientes de un sitio a otro del arbusto es pobre por tal razón el fertilizante debe ser aplicado en el sitio de la planta.

La aplicación del fertilizante se debe realizar alrededor del arbusto o al menos en ambos costados de las hileras.

La aparición de coloración marrón en puntas y bordes de hojas indican que se fertilizó en exceso o que se fertilizó demasiado cerca de la corona, o una desigual distribución del fertilizante; se aplicó fertilizante en período de sequía o se usaron fertilizantes con alto contenido de sales. La cantidad de fertilizante requerido para un mejor crecimiento de la planta depende de la estructura del suelo, grado de erosión y del manejo de ese suelo.

Se debe muestrear el suelo en el otoño desde la zona de las raíces cerca del riego, de varias plantas ubicadas al azar en la plantación completa. Las áreas que se muestran como problemáticas deberían tener muestras separadas.

Es prudente incluir además en los análisis de suelo los datos de calcio y magnesio. La relación óptima de Mg/Ca debería ser 1:10 y la relación P/Ca 1:5.

Los análisis foliares son mas útiles que los de suelo, dado que determinan las cantidades correctas de nutrientes que están tomando las plantas.

Una planta poco vigorosa, hojas color verde pálido y caída temprana a menudo indican baja fertilización. Las deficiencias mayores que un productor debería tener en cuenta son las de nitrógeno, magnesio, hierro y en menor grado de potasio y boro.

Como se mencionó, requieren suelos porosos, ácidos, húmedos pero bien drenados. Los suelos arenosos y franco arenosos, particularmente con arena gruesa, con alto contenido de material orgánica son los que proveen la condición física que necesita el cultivo. Muchos suelos donde se desarrolla este cultivo en condiciones naturales contienen un alto porcentaje de materia orgánica (20-50%). Para mejorar el suelo y lograr establecimientos perfectos del cultivo, la práctica ideal consiste en mezclar turba negra en el suelo.

Los suelos arcillosos pueden ser utilizados para arándano, pero son de pobre aireación y poseen problemas de drenaje, por lo que las plantas sufren en ellos diversos problemas radicales. En estos suelos se puede cultivar con la incorporación de grandes cantidades de materia orgánica. Es importante incorpora igual cantidad al volumen de suelo.

En estos tipos de suelos se pueden llegar a anegar el fondo del surco de plantación al cambiar la textura, siendo esta perjudicial para las raíces, en cuyo caso hay que tomar las medidas necesarias. Para impedir que el sistema radical pueda, en algún momento, encontrarse en una situación de anegamiento. Este cultivo se debe plantar en camellones y realizar canales de drenaje y escurrimiento del exceso del agua de lluvia.

Además de las condiciones físicas requeridas, la característica única del arándano es su requerimiento en suelos muy ácidos. No existe ningún cultivo frutal que posea requerimientos tan estrictos y tan particulares. La extrema acidez del suelo determina condiciones que no son normales, que no pueden considerarse con los parámetros de otros cultivos. Como se mencionó el rango de pH adecuado para este cultivo oscila entre 4 y 5.5, con un óptimo entre 4.5-4.8. Con un pH superior a 5.8 comienzan a aparecer los problemas.

Al encontrarse el suelo en estas condiciones de acidez se producen cambios en las condiciones físicas y químicas, como por ejemplo:

- La solubilidad de la mayor parte de los micronutrientes es más elevada a pH bajos o ácidos, y por lo tanto algunos en altas proporciones pueden ser tóxicos para el cultivo. Por eso no es recomendable la fertilización con microelementos como se hace en otros cultivos.

- Al ser tan ácido el suelo la solubilidad del aluminio es alta, tornándola tóxico para el cultivo. Por eso es necesario la presencia de altas cantidades de materia orgánica para fijar y hacer complejo con ese ión tóxico y reducir su efecto perjudicial.

- A estos pH las bacterias nitrificadoras no trabajan, por eso es muy baja la cantidad de nitratos, es por eso que el cultivo no está adaptado a absorber nitratos, que es la forma más común de nitrógeno en los suelos agrícolas. Por eso no hay que agregar nitratos a este cultivo. Además hay que tener en cuenta que el mismo eleva el pH del suelo.

- Las plantas realizan adaptaciones en la rizósfera creando la asociación con hongos (micorrizas) que mejoran la capacidad absorbente de las raíces.

- El sistema radical es poco hábil para absorber los nutrientes desde el inicio del desarrollo foliar hasta el inicio de la fructificación. En cambio, absorbe y acumula los nutrientes en sus órganos de reserva después de finalizada la cosecha. Esos nutrientes serán retranslocados y utilizados en la primavera próxima.

Pablo M Alonso

Productor turba y sustratos

YAK HARUIN S.A.

0221-4962285

http://www.turbayakharuin.com

administracion@turbayakharuin.com

Bibliografía:

Ing. Agr. Eduardo M. Gómez – Rev. Produciendo

Ing. Agr. Carlos Godoy. Técnico en fruticultura de la F.C.A. Balcarce

Ing. Agr. Raúl S. Lavado. Profesor Titular Fac. Agronomía - UBA.

Equipo del Proyecto Fertilizar – lNTA Pergamino.